Se acerca la temporada decembrina, una época esperada por muchos por las celebraciones, los reencuentros familiares y, por supuesto, la llegada de los ahorros y aguinaldos. Sin embargo, también es el momento en que los delincuentes intensifican sus intentos de extorsión y fraude telefónico, aprovechando la confianza y el movimiento económico que caracterizan estas fechas.
Cada año, las autoridades registran un aumento considerable en los reportes de llamadas fraudulentas. Las tácticas son diversas, pero tienen un mismo objetivo: generar miedo o confusión para obtener dinero. Los extorsionadores suelen hacerse pasar por familiares secuestrados, funcionarios públicos, representantes bancarios o empresas reconocidas. Una simple llamada puede convertirse en una pesadilla si no actuamos con calma y precaución.
La primera defensa es la información. Ante cualquier llamada sospechosa, lo más importante es mantener la calma, colgar y verificar directamente con la persona o institución involucrada. Jamás se deben proporcionar datos personales, números de cuentas o contraseñas, y bajo ninguna circunstancia realizar depósitos o transferencias sin confirmar la veracidad de la situación. Si se recibe una llamada de este tipo, es fundamental reportarla al 9-1-1 o a la autoridad más cercana.
Esta temporada debe ser de paz y unión, no de preocupación. Protejamos lo que tanto nos cuesta ganar: nuestros ahorros, nuestro aguinaldo y nuestra tranquilidad. Es responsabilidad de todos estar atentos, compartir estas recomendaciones con familiares y amigos, y no dar oportunidad a quienes viven del engaño.
Recordemos que la prevención sigue siendo la herramienta más poderosa. No caigamos en el miedo ni en la manipulación. Que este cierre de año sea una época para disfrutar lo que realmente importa: la familia, la seguridad y la confianza de vivir en comunidad.
